Nuestras bocas, acostumbradas a cambiar palabras por besos, esta noche, están mudas; como cansadas de tanto decir. Si recuerdas la flor que te traje con alegría, no lo sé.
Si deseo abrazarte en una esquina, no te lo digo. Es como si el invierno estuviera en los cuerpos congelando lo que circula en las venas, impidiendo que el calor del amor viaje de ti a mí y regrese a ti para volver a mí.
Si por casualidad compartimos una sombra, en lugar de cobijarnos como enamorados que somos, la usamos para reproches que juegan un concurso por lastimar. Hacemos un desaire al tiempo nuestro. Lo dejamos transcurrir sin vivirlo con la plenitud acostumbrada… Solo estamos.
Por: Feliciano
abril 2nd, 2014 at 5:09 pm
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Tus ojos que siempre sonríen, hoy, buscan en la lejanía un punto que no existe y están serios. Los míos, te miran solo a veces. Mis manos, que no pueden estar lejos de ti, descansan, por decirlo, en los bolsillos. Las tuyas, …..