Te miro,
Me miras y bajo la mirada.
Te pido perdón,
Pero es que esos ojos tan hermosos me derriten,
Ya que quema como el fuego.
Son como telarañas,
Me atrapas aun sin tener tú la más mínima intención,
Y cuando sucede,
Se me acelera el corazón.
Mas queriendo no querer mirarte,
Sin querer te miro fugaz,
Pues siento que si no lo hago,
Me ahogo,
Porque necesito el aire que levantas,
Cuando te giras,
Y me quemas con las llamas que arden en tu mirada.
Me miras y bajo la mirada.
Te pido perdón,
Pero es que esos ojos tan hermosos me derriten,
Ya que quema como el fuego.
Son como telarañas,
Me atrapas aun sin tener tú la más mínima intención,
Y cuando sucede,
Se me acelera el corazón.
Mas queriendo no querer mirarte,
Sin querer te miro fugaz,
Pues siento que si no lo hago,
Me ahogo,
Porque necesito el aire que levantas,
Cuando te giras,
Y me quemas con las llamas que arden en tu mirada.
De: Rocio Vicente Jaldon.