Quise quererte,
en ti misma, quererte,
acariciando cada uno de tus sueños…
cada uno de tus sigilos callados.
en ti misma, quererte,
acariciando cada uno de tus sueños…
cada uno de tus sigilos callados.
Me atreví a susurrar sueños,
a susurrarte deseos alcanzables,
más atrevido: quise besarte
y borrar de ti toda tristeza.
Fue ese instante inacabado,
en el que vi tu mirada y su ternura,
el tintineo de esa emoción infantil,
el alma abierta a sentimientos.
Enviado por Manuel A.