He buscado en tus ojos
sin que lo advirtieras,
una mirada que me dijera:
que me quieres de alguna manera.
sin que lo advirtieras,
una mirada que me dijera:
que me quieres de alguna manera.
Aceptaré si no me quieres mucho,
lamentaré si no me quieres nada
y me acostumbraré a quererte,
sintiéndote lejana.
Con tu mente ausente…
aletargada y perdida,
distante y fría como una piedra,
siempre serás mi querida.
Y seguirá tortuosa mi vida,
sufriendo tu indolencia y apatía;
empeñado en este afán quimérico,
al borde de una utopía:
de esperar que me digas que me quieres,
pues tú siempre serás mi querida.
De: Jacob Neruda Unamuno.