Intenté traicionar a mi corazón, le di una puñalada al querer olvidarte, el tan pequeño y frágil logro vencerme, bloqueó mi mente y obligó a mi boca a pronunciar tu nombre, le ordenó a mis pies que te buscaran y una vez frente a ti abrió mis brazos para estrecharte en mi pecho y no dejó que te fueras jamás.
De: Luis Miguel Ramírez Martínez.